Gracias a todas las personas y familias desprotegidas o en situación de pobreza y exclusión que hemos tenido la posibilidad de acompañar, ellas nos dan la fuerza para día a día trabajar para construir un mundo más fraterno.
Gracias al voluntariado y al personal contratado que lo acompaña, con su entrega generosa hacen posible nuestra ayuda para que las personas y familias recuperen su dignidad acabando con las injusticias y la vulneración de derechos.
Gracias a los donantes, entidades jurídicas y administraciones, instituciones religiosas y comunidad cristiana que, de manera desinteresada, apoyan nuestros proyectos y facilitan nuestra labor.
Gracias a todas las organizaciones y administraciones públicas con las que nos coordinamos y trabajamos para terminar con las situaciones de vulnerabilidad y exclusión.
GRACIAS DE CORAZÓN